Hay verdaderos apasionados del bricolaje que son muy habilidosos para dar continuamente segundas oportunidades a cualquier cosa que les rodea, y conseguir resultados espectaculares. Reciclar o reutilizar un objeto y convertirlo en otro completamente diferente puede ser el plan perfecto para disfrutar de una tarde de manualidades DIY.

En nuestro siguiente tutorial vamos a transformar dos cajas de madera con tapa en una preciosa maleta, que puede hacer las veces de eso, una maletita pequeña, pero también os puede servir como una cajita contenedor de lo que vosotros queráis o incluso, por qué no, como cesta de picnic. Nosotros os explicamos el paso a paso y vosotros decidís la utilidad que le queráis dar. ¡Comenzamos!

Hemos partido de dos cajas de madera con tapa de Astigarraga Kit Line. La madera es de pino maciza con un acabado sin barnizar. Las medidas de éstas (tienen que ser dos cajas exactamente iguales) son de 14x30x20cm (alto/ancho/fondo) y 12 mm de grosor, pero existen otras medidas que también podríais utilizar si queréis que la maleta sea de un tamaño superior. Serían: 14x40x30 cm, 23x40x30 cm y 23x60x40 cm (todas tienen 12 mm de grosor). Ahora sí, os explicamos el paso a paso:

Paso 1. El primer paso consiste en desmontar una de las cajas. En concreto, tenemos que separar la tapa, las bisagras y la cinta blanca que une los laterales y la tapa de la caja. Realizado este paso, abandonamos de momento estas piezas por separado.

Paso 2. Nos centramos en la segunda caja y con un lápiz marcaremos la parte inferior de la caja de tal manera que el agujero del asa quede simétrico, aproximadamente unos 3 cm. a ambos lados.

Paso 3. Después, con la ayuda de una sierra para cortar madera y siempre con mucho cuidado cortaremos por donde hemos marcado la segunda de las cajas. Para esta tarea, aconsejamos una segura sujeción de la pieza; aunque parezca obvio, no colocar nunca la mano delante de la herramienta, y la utilización de unas gafas de seguridad.

Paso 4. Para el siguiente paso, necesitamos por un lado la caja que hemos cortado y la tapa que hemos desmontado en el primer paso. Con un taladro agujereamos dos orificios en ambas partes y a la par, para que a la hora de montar coincidan.

Paso 5. A continuación, encolamos e introducimos los tubillones en los orificios. Si se desea, se puede encolar toda la vuelta de la caja.

Paso 6. Con la caja que nos ha sobrado en el primer paso tenemos dos opciones: reutilizarla o extraer uno de los laterales. Nosotros la hemos desmontado y hemos aprovechado para dibujar sobre uno de los laterales dos piezas que después necesitaremos para el maletín: dos taquitos y un cierre, para el que por un lado dibujaremos un agujero para introducir un tirafondo y por otro lado, una ranura para que encaje el tubillón.

Paso 7. Con la sierra cortamos las dos piezas y las lijamos para conseguir un tacto suave.

Paso 8. Pegamos los dos taquitos que harán las veces de patas o soportes de la maletita.

Paso 9. Después, presentamos el cierre sobre la maleta en la posición que más nos guste, realizamos con un lápiz una marca donde va a ir el tubillón, agujereamos y lo introducimos. En el otro lado del cierre y, en posición cerrada, introducimos el tirafondo.

Paso 10. Finalmente, con unos tirafondos colocaremos una cinta como asa de la maleta.

Y esto es lo que podéis hacer con dos cajas de madera y… un poco de maña: una maleta que puede dar un toque original y decorativo a cualquier estancia de vuestra casa. La podéis dejar tal cual o pintarla. La maleta está lista para meter aquello que deseéis, incluidos vuestros sueños y deseos.

Gracias por dejarnos decorar tu hogar de forma sostenible.