A veces, los sueños, sueños son. Y otras, se vuelven realidad. Ya de pequeño, tenía la costumbre de ir al animado puerto de San Sebastián y observar: admirar aquellos barcos de madera que pronto… irían desapareciendo. Un buen día, decidió comprarse un bote pequeño de madera pero desafortunadamente ya nadie los construía.  Lejos de quedarse con los brazos cruzados, dijo: ‘manos a la obra’. Tenía muy claro que él mismo lo haría. Aquella infantil costumbre terminaría convirtiéndose en un sueño hecho realidad. Con 18 años puso rumbo a Estados Unidos para estudiar construcción naval y, lo más importante, aprender a gestionar el patrimonio marítimo.

Se llama Xabier Agote y es el artífice de Albaola, la Factoría Marítima Vasca, ubicada en Pasajes San Pedro (Guipúzcoa). Un espacio innovador donde se recupera y se pone en valor la tecnología marítima artesanal, donde se gestan y desde donde zarpan navegaciones imposibles, donde se enriquece aún más el patrimonio marítimo vasco.

En Albaola se está construyendo ahora un ballenero del siglo XVI: el San Juan, una réplica exacta de la nao que se construyó en este mismo puerto en 1563.

Reflejo de la hegemonía mundial de la industria marítima vasca, en 1565, el ballenero salió del Puerto de Pasajes hacia TerraNova. Pero nunca volvió. Se hundió en la costa de Canadá.

Cuando se encontró el ballenero, se decidió desmontar el buque debajo del agua e ir extrayendo y registrando una a una todas las piezas de la estructura del barco. La madera estaba excepcional.  Y precisamente era la madera uno de los temas más importantes para la reconstrucción de la réplica. Tenía que ser de calidad suprema. Y estaba al lado: en el Valle de Sakana y en la Selva de Irati. Y es que muy poca gente se imagina que los robles de Sakana y los abetos de Irati guardan tanta relación con el mar.  Aquí se buscaron los robles y los abetos con la curvatura necesaria para cada una de las piezas.

La reconstrucción de la nao San Juan se está llevando a cabo con base científica y de manera tradicional. Muchos oficios de antaño han renacido para crear las velas, las cuerdas y el espectacular esqueleto de madera de esta nave que mide 22 metros de largo.

Ésta es la historia de Albaola. Ésta es la historia de la nao San Juan. Esto es más que la reconstrucción de un ballenero. Es un legado para el futuro.